Hola de nuevo, la entrada de hoy va a ser bastante diferente a las anteriores, este verano a mi hermana y a mi se nos metió en la cabeza conseguir leche cruda para probar y que la probaran los niños; cuando eramos muy pequeñas nuestra madre la compraba y siempre habla de lo rica que estaba y la nata que salía de ella con la que hacía rosquillas.
Bueno pues hemos conseguido que nos vendieran leche cruda en una vaquería y ya nos hemos vuelto locas a probar recetas, incluso hemos hecho queso. Lo que hacíamos era ir a por ella a la hora que sabemos que ordeñan a las vacas para que no nos la dieran refrigerada y no romper la cadena de frío.
Importantísimo lo primero que tenemos que hacer con esta leche es pasteurizarla para ello ponemos en una cazuela grande 2,5 l de leche y la dejamos hasta que hierba y suba, la retiramos del fuego para que vuelva a bajar, repetimos este proceso 3 veces.

En la siguiente foto podéis ver como se ve cuando va a empezar a subir la leche

La dejamos reposar un poco y vamos retirando la nata que va saliendo y la congelamos para cuando tengamos suficiente os deleitaremos con unas ricas rosquillas de nata. Por ahora lo que hacíamos con la leche era guardar en botellas de cristal para consumo directo, así hemos conseguido que los peques dejen de tomar cola cao. Otra parte para hacer algún postre y el resto para queso fresco.
Hoy os voy a hablar de mi experiencia con el queso fresco
Empezamos por el queso fresco, es muy sencillo de hacer solo necesitamos la leche y algo que la corte, para ello se usa un ácido, yo he hecho la prueba con cuajo y con zumo de limón, si os digo la verdad me convence más el zumo de limón
El cuajo lo que hace es cuajar la leche como si se tratase de una cuajada grande que se corta para que salga el suero y se cuela.
Pero en cambio con el limón el suero va saliendo hacía arriba y queda distinto, para mi gusto sabe menos a leche que con el cuajo.
Para hacer el queso necesitamos:
2 l de leche, también se puede usar leche fresca no uperisada, pero si debe estar pasteurizada.
1/2 cucharadita de sal
1,5 ml de cuajo (yo lo encargue en la farmacia) o 70 ml de zumo de limón
Elaboración:
Calentamos la leche hasta 35º, controlar la temperatura sobre todo, si vais a usar cuajo porque a temperaturas mayores se mueren los microorganismos y no funciona. Echamos el cuajo y el limón y dejamos reposar 1 hora

Como veis en la foto tiene aspecto de leche cortada, realmente es eso lo que ocurre; transcurrida la hora preparamos un recipiente y encima un colador grande o un escurridor que tapamos con una gasa (de las grandes sin esterilizar, cuestan aprox 0,80-0,90 euro) y vamos echando poco a poco la leche cortada


Dejamos reposar un par de horas para que el suero vaya cayendo al recipiente de abajo, ese líquido es suero lacteo que no os recomiendo tirar lo podéis usar para cocer pasta, hacer masa de pizza, risotto… le da un sabor muy bueno
Si despues del reposo sigue conteniendo suero cerrar la gasa por arriba y ponerle un plato con peso o apretar para que escurra
Luego lo metemos en un molde o tupperware para que coja y forma y ya tenemos listo nuestro queso

A mi me gusta mucho para desayunar en tostada

Si alguno conocéis algún truco o lo hacéis de otra manera, no dudéis en contármelo en un comentario.
Un beso
Natalia y Sus Tartas