Este trabajo lo tengo pendiente para enseñároslo desde julio entre que no me dio tiempo a hacerle fotos una vez terminado y luego con las vacaciones, …. me he puesto casi a mediados de agosto, pero de verdad que tenía muchas ganas de enseñároslo porque fue todo un reto para finalizarlo y luego porque también tiene un componente sentimental.
Ahora os cuento porque era especial este encargo, cuando era pequeña nos juntábamos unas cuantas familias, más o menos 6, íbamos de camping en Semana Santa y otra fechas; nos lo pasábamos genial, os lo podéis imaginar; nos juntábamos un montón de enanos y nos por las noches jugábamos a liebre o a lo que se nos ocurría.
En julio se casó Eva, una de las niñas con las que iba de camping, y me encargó que hiciera 130 cupcakes para la boda y a parte me llamaron sus padres y su hermana para que les hiciera las figuras de la torre de cupcakes. Así que me dio la cosa melancólica y cada vez que me ponía manos a la masa me ponía a pensar en todas esas excursiones, juegos, etc que habíamos compartido de pequeñas.
Así que desde aquí os doy las gracias por haber confiado en mi y encima traerme esos gratos recuerdos…
A mi no me dio tiempo a hacer fotos una vez terminado todo, así que os dejo las fotos que me han mandado Eva y Miriam, su hermana, ya veréis son geniales:
No os he contado que al final para que el portacupcakes fuera a juego lo hicimos nosotros con contrachapados para que aguantase el peso y de los mismo colores que la decoración de los cupcakes.
Espero que os haya gustado y Felicitar a Eva y a Gus desde aquí.
Un saludo